Ojo con los nuevos talentos
Dame de Comer, Modo Bélica y The Wives se estrenan en un gran escenario en la cita con el indie nacional que se celebra en Ojén
Firma: Regina Sotorrío, diario SUR
Sus nombres estarán en el mismo cartel en el que años anteriores figuraban Los Planetas, Nacho Vegas, Russian Red o Lori Meyers. Lo dicen con los ojos abiertos como platos, como si aún no se lo creyeran del todo. Es normal. Para quienes echan a andar en el difícil mundo de la música, cambiar la sala de ensayo y -en el mejor de los casos- los bares por un escenario auténtico es un salto de calidad, un momento que seguro han recreado una y otra vez en su cabeza. Y ocurrirá en julio. Son Dame de Comer, Modo Bélica y The Wives, tres bandas malagueñas que se han colado en la programación del Ojeando Festival junto a lo mejor del indie nacional, al ganar su concurso de Nuevos Talentos. Ojo con ellos.
Dame de Comer se ha hecho con el primer puesto entre más de un centenar de maquetas de toda Andalucía, un reconocimiento dotado con 1.000 euros. «Pero el premio es tocar con grupos de verdad y la promoción que te da estar en ese festival», matiza Lolo Fernández, guitarrista de la banda. Lo suyo es una mezcla de géneros que giran en torno al rock. Si tuvieran que definir su estilo -algo a lo que, como todo músico, se resisten- se quedan con el término post-rock. «Iremos repartiendo maquetas, es una oportunidad única para movernos en ese círculo», añade Pablo Contreras, compañero de grupo.
«¡La gente va a ver nuestro nombre allí!», exclaman Francisco Medina y Paco Prieto, integrantes de Modo Bélica, una banda en la que «mandan las melodías y las letras» y que quedó como segunda finalista en el concurso de talentos. «Es un incentivo para empezar a funcionar», valora Félix Valderrama, el alma de The Wives, grupo de country y folk que aún está cerrando sus componentes y que ha recibido el Accésit a la Mejor Banda Malagueña.
No se conocen, es la primera vez que se ven, pero reunidos en una misma sala... no tardan en aparecer las coincidencias. «El principio del grupo fue un poco extraño. Hacíamos canciones para nosotros, las grabábamos en la casa...», cuenta Paco Prieto, de Modo Bélica. El resto se mira y sonríe. «¡No es tan raro!», dicen. De hecho, todos son proyectos de salón... de casa. En el piso de estudiantes que compartían desde primero de carrera, Pablo y Lolo tenían siempre montada la batería y preparadas las guitarras para dar sus conciertos privados. Es el origen de Dame de Comer -«un nombre impactante, simple, fácil de recordar y con multiplicidad de significados», enumeran-, formación a la que luego se sumarían la violinista Luz y el batería Rafa.
A Félix Valderrama le bastó con un ordenador. Él ponía la guitarra, el bajo y la voz... y lo demás era cosa de la máquina. Se confiesa novato en estas tecnologías -«soy un negado», admite-, pero es un experimentado músico. Empezó en Córdoba en 1995 con «grupillos de amiguetes», pero cuando en 2002 se trasladó a Málaga se disolvió la banda. Profesor de español para extranjeros, canta en inglés. «Da menos vergüenza», argumenta.
Primer directo
Tras unos años de "stand by", a Félix Valderrama le pica ya el gusanillo del directo. Ahora toca poner rostro a los instrumentos que creó con el ordenador. «Ya tengo a algunos amigos convencidos. Hay que ponerse las pilas», asegura. Y tiene razón, porque en poco más de dos meses The Wives -nombre inspirado en el poema de un autor americano- saltará de una habitación a un escenario frente a miles de personas. Para Modo Bélica, el Ojeando Festival será también su primer directo oficial como banda, que no como músicos (llevan «toda la vida» en diferentes grupos). Francisco Medina tenía su faceta musical «abandonada». En los últimos años se ha centrado en la literatura, y echaba mano a la guitarra para relajarse. Ahora reconoce que pensar en el directo de Ojeando le genera «mucho estrés». «Me gustaría tener alguna fecha antes para desfogar y romper el hielo», cuenta. Aún así, tanto él como Paco Prieto están deseando dar «el paso» y volver a sentir la adrenalina de las tablas.
Afirman que la música en Málaga «está en racha», con infinidad de grupos de todos los estilos y con nuevos escenarios, pero ninguno de ellos puede vivir de esto. Salvo Luz Prado, violinista profesional, el resto es técnico de sonido, profesor, auxiliar de enfermería, funcionario... Pero tocar es una necesidad para todos. «Ensayamos dos veces a la semana en un local, es como quien juega al padel», explican los integrantes de Modo Bélica. «Me gusta hacer canciones. Siempre estoy canturreando. Si se te ocurre una melodía y no la grabas... es un desperdicio», señala Félix Valderrama. «Nos hace falta, hay que sacar los demonios», aseguran Dame de Comer.